Publicado en: Desinformemonos el 4 de Febrero del 2013
Después de 418 días de encarcelamiento injusto, el base de apoyo zapatista fue liberado no como un triunfo del Estado de Derecho, sino gracias a la presión solidaria proveniente de individuos y organizaciones de todo el mundo.
JESSICA DAVIES
México. El injusto encarcelamiento del zapatista Francisco Sántiz terminó después de 418 días gracias a la presión internacional organizada por los movimientos solidarios.
Por ellos, expresiones de alegría se suceden en todas partes del mundo por la liberación del indígena Sántiz López, conseguida después de 418 días de encierro por crímenes que él nunca cometió.
La orden de liberación afirma que las pruebas sobre su inocencia no fueron tomadas en cuenta, confirmando lo que la Junta de Buen Gobierno de Oventic ya había dejado claro, que “su único delito fue el de ser zapatista». Al salir de la cárcel, el tzeltal declaró: «Ahí vamos a seguir la lucha con el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), a seguir el camino, vamos a ganar».
Antecedentes
En el comunicado publicado el 24 de enero de 2013, el subcomandante Marcos ofrece ejemplos de individuos que son excluidos y perseguidos. Uno de ellos es “Francisco Sántiz López, indígena zapatista, preso injustamente por las ‘fuerzas del orden’”. El día anterior, Hermann Bellinghausen escribió en La Jornada que Francisco “sigue preso sin motivo, y su caso congelado, más como rehén político que reo».
Francisco es originario de la comunidad de Banavil, Tenejapa, en la región de los Altos, en el norte de Chiapas. Es un campesino que tiene un puesto en el mercado local, casado, con ocho hijos y 12 nietos. Ha sido base de apoyo y comprometido con los zapatistas desde hace más de 20 años, desde antes del levantamiento del 1 de enero de 1994, y según la Junta de Buen Gobierno de Oventic, es “una persona honesta que cumple con los cargos de la comunidad y de la organización”.
El 4 de diciembre de 2011, Francisco Sántiz López fue detenido y acusado de participar en un enfrentamiento violento que ocurrió ese día en Banavil y dejó dos personas muertas. A pesar de que muchos testigos afirmaron que él no estaba presente en el lugar cuando se dio el enfrentamiento, sino que estaba a muchos kilómetros de distancia -trabajando en su puesto de verduras y frutas en la sede municipal de Tenejapa, lugar en donde lo detuvieron-, Francisco fue encarcelado 418 días en el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados (CERSS) número cinco en San Cristóbal de Las Casas.
El ataque armado fue organizado por un grupo de priistas contra cuatro familias tzeltales simpatizantes de los zapatistas, pero no zapatistas en sí. Durante los actos bélicos, uno de los agresores fue asesinado y una de las víctimas, Alonso López Luna, fue desaparecido y solamente se encontró su brazo, pero el caso quedó sin investigar. Las cuatro familias indígenas fueron desplazadas y siguen en pésimas condiciones de vivienda, lejos de su comunidad rural, en las afueras de la ciudad de San Cristóbal, mientras que los agresores mantienen ocupadas a sus tierras.
El 22 de marzo de 2012 se retiraron los cargos no comprobados contra Francisco de asesinato y asalto agravado, y fue liberado. Sin embargo, justo cuando salía de la cárcel, fue detenido de nuevo, esta vez debido a una acusación federal por portación de arma de uso exclusivo del Ejército, Fuerza Armada y Aérea. A pesar de que no había pruebas de que Francisco tuviera armas de fuego, fue nuevamente encarcelado.
La Campaña por la liberación
A nivel local, nacional e internacional, se difundió mucha información, cartas, peticiones y vídeos, y se realizaron varias acciones, reuniones, foros, y manifestaciones artísticas por la liberación de Francisco Sántiz López. Muchas de las acciones también se enfocaron en otro preso famoso, icónico e inocente, el profesor tzotzil Alberto Patishtán Gómez, injustamente encarcelado desde julio de 2000, y quien en 2002 fue condenado a 60 años de cárcel. Desde entonces, llegó a ser bien conocido y altamente respetado por su trabajo a favor de los derechos humanos de sus compañeros presos, por haber formado organizaciones de presos dentro de las cárceles, como la Voz del Amate, y por haber dirigido a los presos en huelga de hambre en demanda de sus derechos y libertades.
«¡A tumbar las paredes del calabozo!»
Esta campaña mundial para tumbar los muros de la cárcel y liberar a los dos prisioneros fue organizada y coordinada por Movimiento por Justicia del Barrio de La Otra Campaña en Nueva York. Ésta se dio en cuatro etapas: las primera y segunda semanas de lucha global, en abril y junio de 2012; la carta pública exigiendo la liberación inmediata de Francisco Sántiz López y Alberto Patishtán Gómez, en junio del mismo año; y finalmente, la jornada «A 9 Meses: 9 Días de Acción Global para Tumbar las Paredes del Calabozo», en agosto y septiembre de 2012. Con mucha energía, el impulso continuó y a lo largo de la campaña se organizaron más y más acciones y eventos. Entre los vídeo mensajes producidos estaban los del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, y del Movimiento de Habitantes de Casas de Cartón de Sudáfrica (Abahlali baseMjondolo).
La convocatoria a la campaña decía: “Hemos visto con dolor, desde las acusaciones falsas hasta las irregularidades jurídicas, todos los esfuerzos deshumanizadores del mal gobierno en sus tres niveles y de sus dirigentes de todos los niveles… Buscan borrar el rostro de nuestros compañeros para que cesen de ser visibles. Buscan borrar la palabra de nuestros compañeros para que paren de ser escuchados. Buscan borrar su libertad física para que no luchen más. Porque es más fácil enterrar entre las paredes de un calabozo a un cuerpo que no lleva cara, que no hace ruido, que no tiene vida.”
Pero nosotros seguimos escuchándolos desde lejos, y sus dignos gritos, sus vidas imprescindibles, nos llaman a que caminemos a su lado para que sean libres. Nos llaman a que unamos nuestras fuerzas para tumbar las paredes que los encierran.”
Los convocantes, Movimiento por Justicia del Barrio, también declaraban que “como una organización mayoritariamente de migrantes mexicanos, hemos experimentado en carne propia la inhumana realidad de los muros fronterizos y sociales que los de arriba nos imponen. Hemos vivido y retado las muchas injusticias que son como ladrillos en estos muros, pero también hemos vivido y visto que de por si se pueden tumbar. En cuanto nos unamos todas y todos, juntando nuestras fuerzas y organizándonos, éstos se volverán polvo. Así que para nosotr@s la solidaridad y acción al nivel nacional e internacional es de suma importancia. Unid@s y junt@s, ganaremos.”
Pronunciamientos de apoyo, «su lucha es nuestra lucha
Varios escritores conocidos se sumaron a la campaña «¡A tumbar las paredes del calabozo!» y escribieron cartas de apoyo. El pensador y catedrático John Holloway envió una carta donde reconocía que Patishtán y Sántiz: «están sufriendo por nosotros. Su lucha es nuestra lucha.” La carta finalizaba diciendo que, ante la destrucción constante del sistema, “hay gente como Alberto y Francisco que dicen No, que no lo van a aceptar… Por eso todas las protestas, por eso todas las cartas – porque nosotras y nosotros estamos con ellos en la cárcel”.
Una carta de Raúl Zibechi, el escritor, pensador y analista de Uruguay, presentó otra declaración sobre la justicia de arriba, que persigue a los pobres cuando se organizan y premia a los de arriba cuando se roban los bienes públicos. Zibechi señaló que «Algún día nuestra justicia podrá juzgar a los de arriba; y ese día los de arriba serán condenados a vivir de su trabajo, a cuidar de los bienes comunes… Ese día, que no está lejos, recordaremos a los hermanos Patishtán y Sántiz López como dos de los muchos parteros y parteras que hicieron posible el nacimiento de un mundo nuevo.”
El luchador social peruano Hugo Blanco comentó: «En México las cárceles no son pra los narcotraficantes, sino para indígenas que no han hecho nada malo, como Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López”. Para Blanco, el delito de los dos presos políticos es luchar por un país “donde todos trabajen y todos vivan tranquilamente, sin explotar a nadie ni ser explotados”.
Gustavo Esteva, escritor y activista de Oaxaca, escribió que «mientras ellos sigan presos lo estamos todos: nos aprisiona este sistema abominable de cuyas rejas no hemos sabido librarnos”, Para el académico, solamente las autonomías nos permitirán “salir del calabozo”.
A la par que se desarrollaba la última fase de «A tumbar las paredes del calabozo», el extraordinario Movimiento por Justicia del Barrio también organizó la campaña mundial «Eco Mundial en Apoyo a l@s Zapatistas», de julio a noviembre de 2012.
Esta campaña llamó la atención en todo el planeta hacia el caso de Francisco, porque uno de sus objetivos principales fue exigir su libertad. Grupos y personas de 25 países participaron en el la campaña «¡A Tumbar las Paredes del Calabozo!», y de 29 países en la campaña «Eco», con contenido sobre la campaña traducido a 11 idiomas.
El caso jurídico
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) presentó un amparo indirecto en la corte federal en favor de Francisco, el 25 de octubre de 2012, a causa de «las graves violaciones al debido proceso» cometidas en su contra, y exigiendo su liberación inmediata.
El Centro de Derechos Humanos señaló claramente, y no por primera vez, que estaba convencido de que este caso sirve como «ejemplo en el que el Estado mexicano utiliza el sistema de justicia para criminalizar a las bases de apoyo zapatistas, como consecuencia de su ejercicio del derecho a la libre determinación y autonomía, con base en los Acuerdos de San Andrés, el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos indígenas».
El 4 de diciembre de 2012, Francisco cumplió un año de prisión. La Jornada informó que Alberto Patishtán dijo: “El compañero Francisco Sántiz manda decir: ‘no me cansaré de pedir justicia’. Él es un ejemplo importante de los delitos que se ‘imponen’ a los inocentes que están en las cárceles de México».
El amparo solicitado para la protección de la justicia federal se concedió a Francisco el 3 de enero de 2012. El 10 de enero, el Frayba escribió: «Este Centro de Derechos Humanos considera que el gobierno federal no tiene elementos para seguir privando de la libertad a Francisco Sántiz López, base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional».
Como resultado del amparo legal concedido, se ordenó a un juez que determinara el estado legal de Francisco. El 25 de enero de 2013, el Frayba informó que la orden había sido emitida y que el caso debía resolverse dentro un plazo de 24 horas. Esa misma noche, el preso político fue puesto en libertad. «Saben que soy inocente», dijo a la prensa mientras emprendía la vuelta con familia. Su libertad se hizo posible por el aumento masivo de la conciencia y aplicación de la presión debido a la organización de las campañas internacionales, junto con un desafío a la base jurídica de su encarcelamiento.
El significativo
Mientras que su liberación ofrece cierta esperanza a los familiares, amigas y apoyadores de Alberto Patishtán Gómez -quien ojalá sea liberado muy pronto también-, el encarcelamiento injusto de Francisco Sántiz López y la fabricación de delitos en su contra deben ser vistos como parte de la estrategia del gobierno en su guerra de baja intensidad, que junto con una serie de constantes agresiones directas, busca destruir la resistencia de las comunidades zapatistas. “El único delito que tiene”, dijo la Junta, “es luchar por su pueblo, por decir la verdad, por luchar por la verdadera Democracia, Libertad y Justicia”.
En las palabras de la campaña “Eco Mundial en Apoyo a l@s Zapatistas”, el «injusto encarcelamiento de Francisco no es un caso aislado, sino que forma un parte de la guerra continua del Estado mexicano en contra de las comunidades zapatistas, una guerra que a través del acoso, los ataques y detenciones arbitrarias, busca debilitar y aniquilar la resistencia y el proceso de autonomía que las bases de apoyo zapatistas están llevando a cabo en Chiapas».
Su libertad se consigue durante un momento de gran esperanza y posibilidades, y llega poco después del «resurgimiento» zapatista el 21 de diciembre del 2012, el día de la finalización del ciclo 13 del Baktun en el calendario maya, y el inicio de la «nueva era» del ciclo 14. También llega en un momento en que el nuevo gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Enrique Peña Nieto se embarca en una nueva estrategia de contrainsurgencia, basada en la propaganda, la desinformación y el engaño. Aquellos que se preocupan por la democracia, la libertad, la justicia y ese otro mundo posible por el que luchamos, no debemos bajar la vigilancia.
El Movimiento por Justicia del Barrio dedica algunas palabras a la liberación de Sántiz: “Su resistencia y su valentía han sido para nosotr@s una inspiración y una poderosísima razón para seguir luchando. Las paredes que encerraron a nuestro hermano Francisco no pudieron con la memoria. Con el tiempo, toda pared se derrumba, pero la memoria de un pueblo que lucha con todo su ser por unir su dignidad, nunca tendrá fin”.
Para el movimiento de migrantes, la liberación de Sántiz no fue un triunfo del Estado de Derecho, sino “de nuestras hermanas y hermanos zapatistas y de nuestros compañeros de buen corazón en diferentes rincones del mundo”. El Movimiento festeja que «juntas luchamos y logramos la liberación de nuestro hermano Francisco.”
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